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Pequeños gestos, grandes resultados
Estas fiestas serán diferente, pero no menos intensas. Por eso, demos esos pequeños gestos que solo dependerán de nuestra responsabilidad individual y que, sumados, pueden marcar un antes y un después.
A continuación detallamos ocho medidas que cualquier familia puede (y debería) plantearse:
Lavado de manos
Es imprescindible lavarse las manos a menudo, pero especialmente antes de acceder a un nuevo espacio o al entrar en contacto con otras personas. Durante una comida, de todas formas, podemos tocarnos la cara en varias ocasiones, por lo que resulta conveniente lavarse de nuevo las manos con agua y jabón o alcohol en gel.
Lugares amplios y ventilados
Si podemos elegir, lo ideal sería evitar ambientes pequeños en los que resulta imposible mantener la distancia de seguridad. Dejemos al menos una ventana abierta, idealmente con ventilación cruzada (ventanas y puertas en lados opuestos).
Encuentros al aire libre
Llevamos toda la vida celebrando las reuniones navideñas de la misma manera, pero si necesitábamos un buen motivo para cambiar las costumbres, ¡es este! Aunque la parte central de la reunión sea una comida, esta puede realizarse en un espacio al aire libre.
Comidas más cortas
Las comidas navideñas o año nuevo suelen ser interminables, pero quizá este año convenga reducir la cantidad de platos para, así, reducir también el número de horas que un elevado número de personas van a pasar en un espacio cerrado, menos ventilado de lo que sería recomendable y en el que, además, se suele beber alcohol, por lo que con el paso de las horas solemos irnos relajando.
Tapaboca dentro de casa
Hay que quitarse la mascarilla para comer y beber, pero no significa que debamos estar dos o tres horas sin ella de forma ininterrumpida. Al ponérnosla durante la sobremesa también conseguimos reducir el riesgo de contagio.
Raciones individuales
Estamos muy acostumbrados a poner algo en el centro y compartir, pero para evitar que todos los comensales acaben tocando un mismo plato o unos mismos cubiertos, lo ideal es dividir el picoteo y las raciones en platos individuales.
Abrazos
Teniendo en cuenta que, tratándose de no convivientes, lo ideal es mantener la distancia de seguridad, también es cierto que hay muchas formas de mostrar afecto con un gesto que no requiera contacto físico —con el codo— o incluso reducir el riesgo con pequeñas modificaciones de nuestro saludo ritual. Si abrazamos, mejor que sea con tapabocas y girando la cara hacia el exterior.
Solo visitas imprescindibles
Pese a que todas las recomendaciones formuladas anteriormente pueden ayudar a reducir el riesgo, también conviene plantearse si este año podemos prescindir de algún desplazamiento o renunciar a alguna de las visitas que solíamos hacer. Una decisión que, sin duda, depende de las circunstancias y la solidaridad de cada uno.